Gracias
Gracias por
Tu soledad de hombre rodeada de nocturnas preguntas
Que ansiosa se levanta;
Por aquella rosa derramada en tristeza
Que el mundanal barro ha cubierto
Y estremece tu corazón inquieto de ensueño y misterio.
Gracias por
Tu varonil palabra que brota del pecho,
Relampaguea de esperanza entre ráfagas de espliego,
Sobre el violento perfume
Que azota todos los ríos del país entero.
Gracias por
Tu hidalguía, al humedecer la voz
Del que te habla en sueños
Y, a veces, la oye el pensamiento.
Voces convertidas en papel y tinta
Rescatadas por la espada que empuñas
Parpadeante entre tanta luz que enceguece el pensamiento.
Gracias por
El amor con que has comido el pan duro amasado
Por manos morenas, de
ariscas tierras y corazón gélido.
El amor con que has bebido el agua de manantiales
tormentosos
En días furiosos, distantes y altaneros.
Gracias por
El amor con que te inclinas sobre mi alma
Para descubrir, mirada a mirada,
Con silente esfuerzo
El aire tibio que envuelve mi cuerpo ceñido entre lajas y ruegos,
En un ámbito de avatares cotidianos pasados por la historia de un ayer no tan limpio
Pero muy cierto
Gracias por qué me hiciste hombre
Hombre de guerra, de ternura y de viento.
2 agosto, 2011 a 2:49 PM
que hermoso! cada vez tus palabras que escribes hacen de mi una persona existente!
2 agosto, 2011 a 3:10 PM
célebro que te haya gustado